Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

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100362
Legislatura: 1893
Sesión: 22 de Junio de 1894
Cámara: Senado
Discurso / Réplica: Réplica
Número y páginas del Diario de Sesiones: 154, 2325 (bis)-2326 (bis)
Tema: Tratados de comercio y relaciones comerciales con Alemania y otras Naciones

El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS (Sagasta): Pido la palabra.

El Sr. PRESIDENTE: La tiene S. S.

El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS (Sagasta): El Sr. Duque de Mandas, en su buen juicio, comprenderá que yo, al oír a S. S. hoy que la Comisión hubiera dado ya dictamen si no fuera por esta proposición que ha venido a entorpecer su trabajo, y que había dicho poco más o menos eso mismo el Sr. Marqués de Viana, he creído que lo único que estorbaba al dictamen era la proposición, pequeño inconveniente, porque yo no tengo interés ninguno en que la proposición continúe adelante, pues no entraña más objeto que ver si de algún modo la Comisión da dictamen; porque el voto de confianza para el Gobierno y para mí no era necesario, aunque yo quería con esto dar una satisfacción al Sr. Duque de Tetuán, que dudaba de que el Gobierno tuviese mayoría en el Senado, y era preciso responder al Sr. Duque de Tetuán con la mayoría? (El Sr. Duque de Tetuán: Yo no he dudado un momento de que S. S. tenía mayoría política; de lo que yo he dudado, y dudo, es de que S. S. tenga mayoría para dar solución a este conflicto.)

Pero, el Sr. Duque de Tetuán, ¿no ve S. S. entonces que tienen seguro el triunfo los que están en contra del dictamen? Pues si el Gobierno no cuenta con mayoría para el tratado, en el momento en que la Comisión presente su dictamen diciendo que es malo y lo desaprueba, lo desaprobará la Cámara. (El señor Duque de Tetuán: Pero no puede hacerlo en conciencia sin el conocimiento bastante del asunto para garantía del país.- El Sr. Ministro de Estado: Eso es otra cosa.) ¡Pero si lo tenéis perfecto! Tan perfecto, que no tenéis inconveniente en decir todos los días que el tratado es ruinoso, y que abandonamos con él los intereses de la producción nacional. ¿Qué más [2325] puede decir el dictamen? (El Sr. García Barzanallana: Justificar eso es lo que hay que hacer.) Pues para decirlo, ya tendrán razones SS. SS. porque si no, no lo dirían. ¿Cómo se puede afirmar una cosa tan grave, tan fundamental, que afecta tanto a los intereses del país, sin razones para afirmarla? Prueba de que SS. SS. están cargados de razones, cuando dicen cosas tan importantes y graves; y si lo están, bueno es que las descarguen aquí en el debate.

De manera que si presentáis el dictamen, lo razonáis, y enseguida la mayoría os da la razón; triunfo completo; el Gobierno abandona este banco, y Dios sobre todo. (Risas.- El Sr. Duque de Tetuán: A eso aspiran, a poder razonar su dictamen para traerlo.) ¿Pero lo razonarán mejor que ya lo han hecho de palabra? (El Sr. Duque de Tetuán: ¿Por qué no ayudan SS. SS. mandando los documentos que han pedido? ?El Sr. Ministro de Estado: ¿No estaba traído todo?)

Tenéis dos caminos que poder seguir: primero, presentar el dictamen, y, seguros como estáis de la mayoría, triunfar, conseguir la victoria; el tratado será desechado y Alemania no tendrá por qué resentirse, porque los tratados se presentan a las Cámaras para aprobarse o desaprobarse. El Senado contestará a Alemania con razones para desechar el tratado, y no podrá quejarse. Lo que no se puede hacer es contestar con el silencio, con la indiferencia, con la reserva, lo cual no han hecho los demás Gobiernos con nuestros tratados. Y eso busca el Gobierno español, quedar como debe quedar con los demás las Potencias extranjeras, porque eso conviene mucho al país para su presente y para su porvenir.

Además tenéis un segundo camino: si no contáis con la mayoría, puesto que la Comisión estaba, al parecer, dispuesta a presentar su dictamen, y no lo ha hecho porque cree no debe ceder a la presión que significa esta proposición (que no es muy fuerte, que se puede conllevar muy bien); si es así, yo retiro la proposición, y venga el dictamen. Por boca de los dos oradores que han hablado últimamente, los señores Marqués de Viana y Duque de Mandas, se ha dicho que si no hubiera sido por esta proposición, el dictamen hubiera venido.

Pues hagan cuenta SS. SS. de que la proposición no existe, porque desde que venga el dictamen yo suplicaré al Sr. Presidente no se vuelva a hablar de la proposición. (El Sr. Duque de Tetuán: No ha dicho eso ninguno de los dos Sres. Senadores.) ¿No han dicho eso? Nosotros lo habíamos creído así, y yo entiendo que si la Comisión (es decir, su mayoría, a la cual me refiero siempre que hablo de la Comisión) había estimado que era necesario hacer un sacrificio para restablecer las buenas relaciones que había entre los partidos monárquicos, tan precisa como ha manifestado el Sr. Duque de Mandas para el sostenimiento de los altos intereses de la Patria, ese sacrificio sería siempre muy pequeño, y no debía rehuirlo en manera alguna la mayoría de la Comisión. (El Sr. Duque de Tetuán: No se trata de sacrificios, sino de los intereses del país depositados en la Comisión. ?El Sr. Marqués de la Valdavia: A la cual se califica de obstruccionista.-El Sr. Duque de Tetuán: Esa es la opinión de S. S., pero no la del país.)

Yo estoy conforme con lo que han manifestado con un gran espíritu los Sres. Duque de Mandas, Conde de Esteban Collantes y Marqués de Viana, y  porque estoy conforme con ellos y porque creo que sus propósitos son patrióticos, y porque pueden conducir, no sólo al mantenimiento, sino a la afirmación de lo que más importa afirmar, es por lo que no tengo inconveniente en que se retire la proposición, siempre que se presente el dictamen.

No tengo más que decir.



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